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José “Pepe” Meolans y Eduardo Otero: “Apuesten al deporte, no se conformen”.

Ante los oídos expectantes de muchos chicos, padres y profesores, la tarde marplatense contó con una clínica brindada por José “Pepe” Meolans y Eduardo Otero, competidores olímpicos por la disciplina de natación, en el hotel NH Provincial, la cual estuvo atravesada por los aprendizajes y consejos cargados de los valores que el deporte les brindó a lo largo de su carrera.

Miércoles 02 de Octubre de 2019
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La clínica comenzó con la presentación de las figuras presentes por parte de Walter D’Ambrosio, Director de Capacitaciones de la Subsecretaría de Deportes, acompañado por el aplauso de los presentes, se hizo un reconocimiento a los chicos medallistas allí presentes de las distintas categorías de natación.

La posta la tomó Eduardo Otero con una exposición en la que habló sobre sus inicios en los Juegos Bonaerenses, cómo ésta competición fue su primer desafío y el recorrido que tuvo en el deporte. “¿Están dispuestos a darlo todo?” les preguntó a los chicos que con un poco de vergüenza fueron levantando la mano y diciendo que sí. Pero, ¿en qué consiste dejarlo todo?

En muchas ocasiones se presentan situaciones en las cuales hay que tomar decisiones; irse a un viaje a Europa o quedarse entrenando para el torneo nacional que se va a jugar en un mes es una disyuntiva difícil. Eduardo, así como Pepe, a lo largo de su carrera hizo sacrificios; un viaje de egresados, una salida con amigos a la noche, entrenar en doble turno, entre mil historias más. Pero no un sacrificio porque si, sino por una búsqueda que consiste en seguir un camino.

Cuando el micrófono llegó a las manos de Meolans, las personas volvieron a acomodarse sobre sus sillas. El campeón del mundo volvió sobre las palabras de su colega, el cual había dicho que “un momento te marca un camino, no un éxito o fracaso”, a las que sumó que cuando tomen una decisión sobre lo que vayan a hacer en el deporte, lo piensen bien y no vivan con arrepentimientos; que no hay resultados inmediatos y un deportista debe cultivar la paciencia y perseverancia.

Siguiendo un poco por este camino, les hizo una pregunta a los presentes: “Para ustedes ¿Qué es el éxito?” Un pequeño silencio inundó la sala hasta que la primera valiente dijo “superarse a uno mismo” a la que le siguieron varios pensamientos y a los que José prestaba total atención. “El éxito es ser mejor que ayer” el resultado más importante tiene que ser el de superarse a uno mismo.

Ambos deportistas a lo largo de toda la clínica recalcaron lo importante de los entrenadores y como los ayudaron en esos momentos de “inconciencia sana”, acompañándolos y cuidándolos. Meolans también destacó la importancia del rol de la familia, contándolo desde lo que vivió con la suya: “Ellos siempre acompañaban desde un lugar, sin presionarme, sin esperar nada a cambio. Tratando de convencerme para seguir y nunca imponiéndome nada”.

Tras contar su relación y sus vivencias con su familia, a la que consideraba como un amuleto de la suerte y que le daba confianza, se preguntó “¿Qué hacemos como padres? Muchas veces hay padres faltando el respeto, generando violencia. Por ahí, insultando. ¿Cuál es el rol del padre? Me parece que está bueno ir a alentar a tu hijo, pero no de esa forma.”

El eje de la charla volvió a mutar y retornó a lo que Eduardo había empezado a esbozar al principio: las prioridades de uno. José desde todas sus vivencias les habló a los chicos de tú a tú, a ellos que empiezan a hacer el camino al lado del deporte, dándoles consejos y expresando lo que él cree que es una forma sana de relacionarse con la disciplina y que, aunque sean detalles, marcan la diferencia en la alta competición. Generar hábitos, cuidarse en la alimentación, que el alcohol y el deporte no van de la mano y mucho menos el cigarrillo.

Finalmente se abrió una tercera etapa de la clínica, en la cual los participantes les hicieron preguntas tanto a Eduardo Otero como a José Meolans, tocando temas como el retiro; los procesos de aprendizaje y como constantemente se puede aprender y mejorar la técnica y superarse a uno mismo; sobre la infraestructura que rodea a un nadador (la familia, los entrenadores y las instituciones). También se les preguntó por la educación y a Meolans por esa noche antes de haber ganado la medalla dorada del 2002 en Moscú.

“Que les quede algo inconcluso no está bueno, sigan adelante con el deporte, respáldense en las personas que las acompañan, confíen en sus entrenadores; que quieren lo mejor para ustedes, no tengo dudas de eso. Y les puedo asegurar que el resultado en algún momento cae. Cae porque cuando el deportista tiene confianza y entiende que lo que hizo está realmente bien se va dando.” Con estas palabras cerró la clínica “Pepe”, que junto a Otero recibieron un enorme aplauso de la gente.