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Carlos Delfino: El arte de reinventarse

El jugador de la Generación Dorada brindó una clínica de básquetbol en el Hotel Provincial NH ante jóvenes deportistas y entrenadores. Los presentes escucharon su historia en el mundo de las canastas y además tuvieron la oportunidad de realizarle preguntas sobre su carrera y su visión del deporte.

Martes 01 de Octubre de 2019
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Desde las 18:30 se realizó una nueva clínica deportiva. En este caso el protagonista del encuentro fue el Campeón Olímpico de Básquet Carlos Delfino, quien fue presentado por su agente Ángel Cerisola y estuvo acompañado por Raadi, la mascota de los Juegos, el Subsecretario de Deportes Pablo Fuentes; el Director Provincial de Torneos y Eventos Deportivos y el director de Capacitaciones, Walter D´ Ambrosio.  

En un principio, la charla giró en torno a los inicios de la carrera deportiva de Carlos Delfino, contando en primera persona su experiencia en Santa Fe. “Tuve la suerte de crecer en una casa de deportistas. Esa crianza ha hecho que el fuego interno por el deporte naciera desde muy chico, aprendiendo valores de trabajo, viéndolo a mi papá saliendo a correr hasta en navidad y creo que eso me inculcó la mentalidad de querer ser mejor desde el trabajo.”

Continuando con el eje de “Reinventarse” como deportista y como persona, mencionó: “A los 17 años me fui a jugar a Italia porque necesitaba salir de mi zona de confort en Santa Fe, con mis viejos cerca y todas las necesidades cubiertas por alguien más y no por mí mismo. Siempre que uno siente que está dominando un nivel es necesario pasar al siguiente escalón y volver a sentirse incómodo para tener que adaptarse y mejorar”. Sin embargo, el ídolo de la Generación Dorada mencionó que, antes de irse del país, tuvo la oportunidad de jugar los Juegos Nacionales Evita con sus amigos de la escuela en Mar del Plata, recordando agradecido el haber podido participar en ese tipo de evento.

El “cabeza”, como lo conocen, recordó que su estadía en Italia significó algo muy importante para él porque “los jugadores que enfrentaba eran más grandes y más fuertes, así que esa diferencia tenía que compensarla de alguna manera. Tenían que apagarme la luz del club para lograr que me vaya porque estaba todo el día entrenándome para lograr ser competitivo en mi equipo y además para no pensar en que estaba lejos de mi casa”. Este hábito, cuenta, “nace de la necesidad de aprovechar mi tiempo libre en algo que me haga mejor, siendo consciente de aquellas prácticas diarias que en el tiempo marcan una diferencia”.

Manteniendo la línea, Delfino destacó que poner cada esfuerzo en voluntad de dominar el juego lo llevó a las primeras convocatorias en la Selección Argentina, donde tenía que ganarse un lugar entre 40 jugadores. “Trabajar con la Selección implicaba dar todo en cada acción y todos los que estábamos peleando por un lugar hacíamos lo mismo. Entonces, el resultado era que nos exigiéramos lo mejor de cada uno y eso marcaba una diferencia en nosotros como jugadores argentinos. Hacíamos las cosas bien toda la temporada en nuestros equipos y cuando llegaba el verano no descansábamos, íbamos a entrenar para quedar entre los 12. Así fue que logramos ese nivel deportivo que se coronó con el oro en Atenas 2004”.  

 

Después de hacer un repaso por su carrera en la NBA, se vivió un momento emotivo tras la proyección del video homenaje que hizo la CABB luego que el jugador superara 16 operaciones y volviera a jugar con El Alma en los Juegos Olímpicos de Río 2016. Tras darse cuenta que muchos en el mundo deportivo e incluso su familia lo habían “retirado”, siendo que sus lesiones no veían tratamiento eficaz, el jugador con mucha emoción reveló: “En mi cabeza nunca me retiré, a pesar de todas las dificultades que implicaba sortear la situación y algún que otro bajón anímico. Si me pongo a pensar, desde chico tuve que adaptarme a situaciones difíciles en cada equipo y cada liga, además de reinventarme como jugador para pasar los obstáculos en pos de los objetivos que tenía y el amor por el deporte. Ese pensamiento me hacía mantener la fe en que iba a volver a jugar”.

Para finalizar, Carlos Delfino ratificó el mensaje para los chicos de “hacer lo que uno ama y tiene ganas, con pasión y disciplina para dar la mejor versión de uno cada día y esforzarse practicando porque siempre es necesario tener esa valija técnica para desarrollarse en la vida”.

¡Gracias por venir a los Juegos, Carlos!